Las hienas atacan a Ciudadanos sin piedad.
El PP está traumatizado y el PSOE está apagándose.
¡Uy! Con lo agustito que estaban el PSOE y el PP repartiéndose la tortilla a pinchos.
Cuanto menos seamos a más tocamos, o dicho de otra forma ¡Aquí no entra ni Dios!
Dicen que la costumbre es un vicio muy malo y dicen, los que saben mucho de esto, que la costumbre es como un paño en los ojos que no te deja ver.
Lo que quieren decir, los que saben mucho de esto, que cuando alguien se obceca en la costumbre, es por que algo teme. Y como dice el refranero español “Quien nada debe a nada le teme”.
Y de temores se ha visto, y mucho, por parte del Psoe y del Partido Popular. Acostumbrados ellos a repartirse la tortilla a pinchos en cada era electoral, pues les supuso un varapalo la irrupción de Ciudadanos. No les hizo mucha gracia compartir el espacio, con lo agustito que estaban alternándose España. Hay quienes hasta se atreven a decir, que entre ellos se tapan sus chapuzas, hasta donde les conviene, claro.
Para mal del dúo rojiazul, los naranjas llegaron con la bandera de la transparencia. Eso significó, que todos los que llevaban las huchas de los españoles, debían de sacarse las manos de los bolsillos y ponerlas sobre la mesa con las palmas hacia arriba. Por eso de si las llevaban llenas.
Y saltaron las pulgas del sayo a las hienas.
Muy nerviosos llevan estando el bipartidismo. Dependiendo de qué flanco, uno acusa a Ciudadanos de muleta del otro, como si esta falsa doctrina los hace mejores.
Y a propósito de falsas doctrinas, para los asustadísimos Psoe y PP, es una urgencia el evangelizar a los españoles con los siguientes proverbios:
- Ciudadanos va a desaparecer.
- Ciudadanos es muleta de Sánchez.
- Ciudadanos tuvo su momento y lo desaprovechó.
- Ciudadanos son unos veletas.
- Ciudadanos es la marca blanca del PP.
Ni poniendo a todas las hienas a la caza de la carne de Ciudadanos, el bipartidismo es capaz de conseguir que todos los españoles le recen su salmo, por que España no es solo de ellos.
El Partido Popular vivió la peor vergüenza de la historia de la democracia, convirtiéndose en los derrotados más grandes de España.
Dicen los expertos en la materia que una experiencia traumática deja grandes secuelas psicológicas.
Y no es para menos. Es que tener todo el poder de España, o dicho de otra forma, tener el gobierno en sus manos y que de repente, que un hombre con complejo de “Curro Jiménez” aparezca de la nada y les hace un tablao a modo de moción de censura… ¿Qué queréis que os diga? ¡pues nada! soltura intestinal “pa toa la vida”.
Y desde su psicosis, el Partido Popular tomó precipitaciones sobre las elecciones en las Comunidades de Madrid, Castilla y León y Andalucía. Pero los españoles no somos un muñeco de trapo a los que se les puede dar de palos para descargar todos los complejos y traumas.
Lo que no debió suceder ¡jamás! es que esos traumas los hayan tenido que pagar los ciudadanos, y mucho menos, que hayan convertido a España en su terapia.
Para terapia están los del PSOE, que la luz de su rosa poco a poco se va apagando ¿o se dice marchitando?.
Me atrevería a decir que tampoco les preocupa mucho que la luz de su rosa se apague o se marchite ¿Ah, que también lo veis?. Pues eso, mientras que el PP siga sosteniendo la otra punta de la cuerda, o mejor dicho, se sigan alternando España, les da igual que en cada llamada que se haga a las urnas, solo acudan la mitad de los votantes, que es nada menos y nada más lo que estamos presenciando.
Dicen los politólogos serios, que la estrategia de difundir que Ciudadanos “va a desaparecer” provoca la abstención y eso les da ventaja. Ahí lo de que solo salgan a votar casi la mitad de los que están llamados a las Urnas.
Sí, lo se, te parece retorcido ¿verdad? pues a mi también. Sobre todo, por que no hace falta ser una lumbreras para darse cuenta que es imposible asegurar el futuro de nadie. Tampoco hace falta ser una experta en psicología para ver que en ese vaticinio va proyectado un deseo infundado por algún miedo. ¿Y de qué miedo? pues de que se descubra lo que se debe por que el que nada debe a nada le teme.
