
No dejes que te dividan, así empezó la guerra
No dejes que te dividan, así empezó la guerra.
Manda narices que, para muchos, la política sea una carrera motivada por la ambición. Y me toca los ovarios, que cojan la historia de la guerra civil, como su manual de cabecera. ¿Dónde está la moral colectiva, o, las enseñanzas que las hostias nos dejaron?
Vas a estar de acuerdo conmigo en que la guerra solo sirvió para dividir a los españoles. Y desde entonces, nos dejaron muy cabreados entre nosotros y contra nosotros.
Estos locos, que tratan con locura la idea loca de querer que enloquezcamos.
No hay nada más retorcido, que la idea loca de querer dividir a los españoles, así empezó la guerra. No es de fiar, aquellos que nos dicen que nuestro enemigo es el vecino que habla otra lengua, o, el que cuelga la bandera de España en su balcón. Tampoco lo es, el que quiere que odiemos a los ricos por ser ricos, y, a los pobres por ser pobres. Como si fuera una suerte el serlo.
Llevo toda mi vida, trabajando muy duro y no he conseguido ser rica, así que quien lo haya conseguido le doy mi enhorabuena, no es fácil. Sin embargo, mi vida ha sido una lucha constante por sobrevivir. Muchas veces me he visto en la cola del hambre y en la línea de riesgo de exclusión social. Todos mis respetos por los sobrevivientes sociales, no es fácil sobrevivir. Y ahora ¿Me vienen algunos locos políticos a decir que tengo enemigos y que son mis “vecinos de enfrente”?
Mis enemigos son el hambre y el paro, es contra lo único que saldré a combatir.
La precariedad de los españoles, no nos lo dan los que tienen para comer y los que tienen trabajo. Mala idea la de aquellos, que pretenden culparnos a nosotros de nosotros. No somos tan imbéciles como para creer que el que no tenga nuestro color de ojos, es el culpable de nuestra desgracia.
Se creen estos que, los españoles, hemos normalizado su cizaña política para conseguir dividirnos en bandos para odiarnos y así mantenernos en su eterna guerra. Pobres, cuan equivocados están.
Ni de coña voy a contribuir en partir España.
Siempre estaré a lado de mis conciudadanos, ese será mi bando. Un bando plural, diverso, con igualdades sin ser iguales -en eso consiste la pluralidad- y, sin necesidad de exigir coercitivamente un pensamiento único.
No dejes que te dividan, así empezó la guerra.