
Somos Ciudadanos Liberales. El centro liberal en España
En las elecciones de abril del 2019, el PSOE obtuvo 123 escaños y Ciudadanos 57, pudieron gobernar con mayoría absoluta. Pero, Pedro Sánchez dijo, con Ciudadanos no.
Sánchez, con su no, puso los focos, para que lo retrataran, fue una oportunidad única, para fotografiarlo, desde todos los ángulos y además con luz y taquígrafos. No lo hicimos y pasó de largo el tren de la oportunidad.
En noviembre, se repitieron las elecciones y perdimos 47 escaños y la relevancia política. Albert Rivera dimitió.
El PSOE, viró a babor y a Ciudadanos, los resultados electorales le hicieron coaligarse a estribor, con el PP, les dimos aire en cuatro Comunidades Autónomas, fuimos su salvavidas y ellos, vendieron a los cuatro vientos que éramos iguales, se enrocaron y, nos quisieron con tanto cariño, que su abrazo continuado, fue el del oso, que asfixia trasladando igualdad, que somos un calco y semejantes. Además, de forma simultánea supieron potenciar nuestras luchas intestinas y nos dinamitaron desde dentro, eso si, con palmaditas en la espalda y un abrazo de igualdad.
A todo esto y como contraprestación a tanta palmadita y puñalada trapera, les dimos, lealtad en las coaliciones y buena gestión de gobierno. Gestión que vendieron como propia.
Volvimos a las urnas y comprobamos, que en el día a día, nos habían comido la tostada, nos habían ingüido. Fue desolador, ver el azote continúo, sin reacción y el fruto que daba a los conservadores. El martilleo continuo y disciplinado del PP, nos ha hecho zozobrar, elección tras elección.
El PP y el PSOE, tienen siempre bien engrasada la maquinaria.
Su tela de araña está bien tejida, encasilla, divide y diferencia, de forma que unos muchos, en las urnas, los exculpan de sus errores, con expresiones, como ” con el otro, estaríamos peor” y a las corruptelas, le restan importancia, admitiéndolas inconscientemente “con el tú, más”. Resultado, pues 40 años en los que en España, todo gira entorno a ellos y sus dos cortijos.
Por eso, el centro político, Ciudadanos, es necesario, pero tiene que ser útil, virando tanto a babor como a estribor, lo contrario es navegar escorado y en riesgo permanente de zozobra.
Hay que centrar el rumbo, para tener espacio político propio. Las diferencias marcan el territorio, deben ser permanentes, incluso hasta cuando se gobierna en coalición.
Sin diferencias, no hay, ni partido político, ni espacio en el que sustentarlo. A los partidos políticos, en una democracia representativa, los refrenda el voto en la urna, dónde sólo entra y cuenta la primera opción del votante, no nos sirve ser la segunda de una mayoría, ni que nuestros votantes, ante sus dudas, se queden en casa.
La refundación de Ciudadanos, es una necesidad imperiosa. Debemos analizar las ideas mayoritarias, aprender de los errores y tenerlos en cuenta.
Nuestros compañeros en Cataluña, no quieren renunciar a nuestras señas de identidad, a nuestra denominación de Ciudadanos. El único partido constitucionalista que ha ganado unas elecciones en Cataluña. Yo, tampoco quiero renunciar, ni al nombre, ni al color naranja que nos simboliza.
Los liberales, somos libres, en pensamiento. No nos dejamos encasillar en derechas e izquierdas. Tampoco somos populistas, vendedores del humo, que todo lo enturbia. Ni nacionalistas, que no ven más allá, de su propio ombligo. Somos europeístas y progresistas, en busca de políticas útiles, acomodándolas a los tiempos y al interés general .
Por eso, Ciudadanos es y debe seguir siendo, nuestra seña de identidad y su apellido Liberales. Ganemos tiempo al tiempo, en la refundación. Cambiemos lo mucho que hay que cambiar, resaltemos lo que nos diferencia, definamos nuestro espacio político, defendamos nuestras ideas y posicionamientos y consigamos que lleguen claras y nítidas a la sociedad.
Somos CIUDADANOS-LIBERALES, el centro liberal en España.
